El sistema universitario público argentino decidió realizar una nueva marcha federal este miércoles 2 de octubre en defensa de la gratuidad de la educación pública y del presupuesto universitario. Desde la Universidad Nacional de Catamarca se considera conveniente y necesario explicar cómo y por qué se pretende desfinanciar las universidades públicas.

El Congreso Nacional aprobó la Ley de Financiamiento de las universidades públicas, con el objetivo de actualizar y recomponer los salarios docentes y no docentes y el presupuesto universitario de acuerdo con los índices de inflación, tomando en cuenta que los salarios, principal componente del presupuesto, perdieron alrededor del 50 % de su capacidad adquisitiva desde diciembre de 2023 a la fecha.

En este contexto, se explica que, como cada año, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) presentó al Ministerio de Educación de la Nación el presupuesto para las universidades públicas, teniendo en cuenta principalmente 3 componentes:

a Salarios docentes y no docentes: se calculó previendo una recomposición salarial para recuperar la pérdida de poder adquisitivo por inflación.

b. Gastos operativos, incorporando una actualización por inflación y un aumento de estos gastos considerando, por ejemplo, el aumento significativo en el costo de los servicios que tiene un fuerte impacto en los costos totales de operación.

do. Financiamiento de programas especiales, anualmente se definen programas para fortalecer la extensión, la investigación, el equipamiento, las actividades de posgrado, entre otros, y se asignan fondos para su ejecución.

El presupuesto elevado por el CIN a las autoridades nacionales para su posterior envío al Congreso Nacional alcanza un valor total de  7.100 millones de pesos .

Por otro lado, el presupuesto que eleva el Poder Ejecutivo Nacional al Congreso de la Nación es de  3.800 millones de pesos  para el conjunto de las universidades, lo que constituye sólo el 53,5% del presupuesto recaudado por el CIN.

¿Por qué tanta diferencia?

La causa más importante está vinculada a los salarios docentes y no docentes, que son el principal componente del presupuesto universitario. Los salarios han perdido aproximadamente un 50% en comparación con la inflación. El CIN incorpora la actualización de salarios según los índices de inflación y el PE no, por lo que intenta dejar firme la baja de los salarios universitarios.

En cuanto a los gastos de funcionamiento, el PE no los actualiza según la inflación de 2024, y no tiene en cuenta el aumento significativo de los servicios públicos. Además, no asigna fondos para el financiamiento de programas especiales.

Estos tres componentes explican en gran medida la importante diferencia entre los presupuestos presentados por cada partido.

Párrafo aparte es el financiamiento de infraestructura universitaria que no está incluido en el presupuesto universitario, por el contrario, la decisión es clara de que no hay obras nuevas en las universidades públicas.