El Comedor Universitario propio de la UNCA ya es una realidad, con la inauguración del espacio, que se concretará el próximo 18 de junio.

Al respecto, el rector de la UNCA, Ing. Flavio Fama, anticipó que “la idea es que, con el emplazamiento que tiene y las comodidades que cuenta, no sea solo un lugar para que los estudiantes puedan almorzar y cenar; sino que tenga vida durante todo el día. Por eso, anexo al Comedor, se ha hecho un pequeño parque, que, una vez que la situación epidemiológica lo permita, será un lugar de encuentro para la comunidad  educativa. Además se van a construir dos canchas de vóley  para que haya un espacio disponible para quienes quieran practicar deporte”.

El Rector, asimismo, indicó que también se planea la construcción de un quincho que podrá ser utilizado tanto por estudiantes como por docentes y no docentes, y se planea, eventualmente, habilitar un espacio para muestras artísticas y espectáculos. “La intención es que los 2000 metros cuadrados que tiene el espacio, puedan ser un lugar de encuentros que ofrezca distintas alternativas que tengan que ver con la recreación y quien quiera usar el espacio para estudiar, que pueda hacerlo. Por eso no pensamos en colocar horarios tan rígidos”.

Fama agregó, asimismo, que se proyecta inaugurar también, el servicio de cafetería, con desayuno y merienda, “un servicio que será pago, pero subvencionado por la Universidad”. A su vez, expresó, por último, que “en definitiva queremos que sea un espacio de encuentros, al que los universitarios puedan acudir para pasar un buen momento”.

Historia

El Comedor Universitario de la UNCA nació con el regreso de la Democracia en la década del ‘80 por iniciativa de la Federación Universitaria Catamarca. El rector normalizador Segundo Rosendo Ruiz, contrató un servicio que comenzó a desarrollarse  en el Club Unido de Santa Rosa, gestión muy aplaudida en su momento, pero que por cuestiones presupuestarias, contaba con actividades muy limitadas y quedó sin servicio.

En 1985 la FUCA comenzó a brindar un servicio de cafetería, lo que luego se extendió a los alumnos de la Escuela Preuniversitaria Fray Mamerto Esquiú. Con esos ingresos creció el capital que sirvió para que reflotara el Comedor, haciéndose cargo de la contratación hasta octubre de 1986 y la comunidad educativa disfrutaba de un lugar donde compartir vivencias, escuchar una guitarra, vivir el Mundial de futbol o promocionar campañas solidarias, entre tantas acciones universitarias.

Junto al grupo de estudiantes que conformaban la Federación Estudiantil de la UNCA, pasaron de contener de 20 a unos 120 comensales, cuya atención y necesidades requerían de una mayor intervención, por lo que solicitaron a las autoridades de la UNCA su compromiso de sostener la asistencia del estudiantado.

En 1987 el rector Eduardo Brizuela del Moral reinuaguró el Comedor y se encargó de administrarlo. Posteriormente, a inicios de 1992, el rector Julio Salerno puso en valor el espacio físico del antiguo bar universitario permitiendo integrar a los docentes y no docentes, dando movimiento a una población de 150 comensales que recibían su comida en dos turnos.

Después, el Comedor pasó a funcionar en el Playón Cubierto de la Dirección de Deportes y más tarde, en el bar sito en avenida Belgrano y Junín, donde además se servía el desayuno para el personal de obras y servicios generales de la Universidad.

En virtud de la demanda de comensales, se licitó tanto el espacio físico como el Servicio de Comedor Universitario, estableciéndose en la avenida Virgen del Valle entre avenida Belgrano y Perú. El lugar contaba con dimensiones amplias, superando los espacios donde funcionaba anteriormente y en esa oportunidad se encontraba abierto a la comunidad en general.

El 18 de junio de 2009, el rector Flavio Fama habilitó el comedor en el Club Defensores del Norte, acción enmarcada en una fuerte política de gestión universitaria. Cabe destacar que la UNCA es la única Universidad Nacional del país que ofrece almuerzo y cena de lunes a viernes a estudiantes universitarios, preuniversitarios, docentes y no docentes, con un  menú  programado por un profesional en Nutrición, que incluye  plato principal, postre, pan y agua como bebida, garantizando una alimentación  equilibrada, variada e inocua, ya que todos los procesos de elaboración están controlados por un profesional bromatólogo.

En estos últimos 12 años se llegó a más de 52.000 raciones por año, por lo que la actual gestión decidió construir una casa propia, ubicada en avenida Choya 150 (esquina Los Girasoles) para cumplir la demanda alimentaria a nuestros estudiantes.