Este miércoles comienza un ciclo de capacitación para autoridades universitarias del NEA y del NOA sobre la Ley 27.499, aprobada en diciembre de 2018 con el objetivo de fomentar la participación y responsabilidad desde las autoridades de cada universidad hacia todos los claustros en el abordaje de las violencias y diversidad.

Dicha capacitación es organizada por la Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias (RUGE). Esta Red funciona dentro del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional), que nuclea a las Rectoras y Rectores de las instituciones universitarias nacionales y provinciales.

Conocida como la Ley Micaela, establece en su artículo 1º: “la capacitación obligatoria en la temática de género y violencia contra las mujeres para todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación”.

En ese marco, y cumpliendo lo acordado en el Plenario de Rectoras y Rectores del CIN, en abril de 2019, desde la Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias (RUGE/CIN) se realizan múltiples acciones de capacitación, con el fin de dar cumplimiento a lo normado por la Ley. En esta ocasión, las Universidades Nacionales de  Catamarca, Nordeste, Jujuy, Misiones, Salta, Formosa, Alto Uruguay, Santiago del Estero y Chaco Austral inician el proceso de capacitación obligatorio a sus autoridades, que comprende a quienes forman parte de sus órganos de gobierno, tanto colegiados como unipersonales, también a quienes ocupan las Secretarías de los Rectorados y Decanatos o Direcciones de Institutos y a quienes conforman los equipos directivos de las escuelas preuniversitarias.  Esta capacitación se realiza en cumplimiento del Acuerdo de Asociado/a ONU Mujeres, firmado, con el CIN, el 28 de abril de 2020 para desarrollar el Proyecto RUGE/CIN - ONU Mujeres, en consonancia con la Iniciativa Spotlight, que busca dejar capacidad instalada, en el sistema universitario, en relación a los recursos materiales –diagnóstico, cuadernillos, libros, eventos, divulgación– como humanos –formación de autoridades y organizaciones de la sociedad civil–, vinculados a darle continuidad a las políticas de erradicación de la violencia de género, en las universidades y totalmente extrapolable a los ámbitos del Estado nacional, provincial y municipal.